Si piensas en Tasmania y has nacido a finales de los ochenta o en los noventa te puede venir a la mente tu infancia y el personaje del demonio de Tasmania y poco más. Realmente la mayoría de la gente no sabe ni dónde está Tasmania, es más, después de haber visitado esta isla y comentarlo con alguna gente en Europa muchos se pensaban que era un lugar ficticio. Confirmo que, como Teruel o Bielefeld, Tasmania existe. Y vale mucho la pena visitarla.

En primer lugar, ¿dónde está Tasmania?

La isla de Tasmania no es un país independiente como mucha gente piensa sino un estado de Australia. Piensa por ejemplo en las Islas Canarias como Comunidad Autónoma frente a la Península.

Tasmania, Tazzie para los australianos, tiene una naturaleza que se parece más a Nueva Zelanda que al resto de Australia y una historia más que interesante.

Mucha gente que viaja a Australia, bien con visado de viaje o de viaje y trabajo, se olvida por completo de Tasmania y, esto es opinión propia, es una auténtica pena porque es un sitio precioso.

Entonces, ¿por qué no debemos olvidarnos de Tasmania y añadirla a nuestra lista de lugares a visitar?

Podría hacer una lista enumerando la cantidad de cosas que me fascinan de esta isla, como Cradle mountain o el simple hecho de que el demonio de Tasmania es un animal que se puede llegar a curar del cáncer (dicho en líneas muy generales) pero en su lugar solo dejaré la semillita de la curiosidad.

No lo pienses.

Si estás en Australia y tienes tiempo simplemente toma tu mochila y vete, no te arrepentirás.